De repente el mundo ha empezado a moverse a toda velocidad. Quiero salir de esta habitación. Lo intento con rabia, con la desesperación que uno pone en despertar de un mal sueño, pero no puedo. Hay como un muro invisible con el que choco una y otra vez. De seguir así, voy a quebrarme la cabeza en el intento. Debo de estar perdiendo el juicio. Pasan a mi lado los paisajes, los pájaros, un pedazo de cielo que nunca es el mismo y, sin embargo, yo no me muevo de esta porción de espacio en el que he quedado atrapado. Y esta música, Dios mío, esta música como de prefacio de un Apocalipsis…
Algo parecido a esto es lo que debe de estar pensado la mosca que se me ha metido en el coche mientras repostaba en la última gasolinera.
Pobre mosca!! 🙂 Enhorabuena por el blog, Florián. Espero que tengas suerte y te lea mucha gente. Yo de hecho ya te tengo en el google reader para estar al día. Unos posts estupendos!
Hasta pronto!