San Camilo 1936
Camilo José Cela
Homenaje a CJC, perlas sacadas de unos de sus libros que más admiro.
Los españoles somos muy nerviosos y cabezotas y queremos tener siempre razón aunque no la tengamos, y si no la tenemos pero aún porque entonces atropellamos al vecino y si nos dejan lo descalabramos, aquí la gente tiene poca instrucción y malos sentimientos, los ricos saben coger el tenedor muy finamente pero no leen un libro aunque los aspen, los de en medio cogen peor el tenedor y leen algún libro, lo que pasa es que no se enteran, y los pobre comen con las manos, cuando comen, y no saben ni leer, ¡usted dirá!
El hombre es tan ingenuo y soberbio que cree que no hay más infierno que el suyo, los demás animales desaparecen con la muerte y para ellos no hay valle de Josafat ni resurrección de la carne, ni para ellos no para los negros enanos, ¿a quién se le ocurre imaginarse el valle de Josafat lleno de negros enanos desconocedores del reglamento?
El día en que los hombres y la mujeres se amen a la luz del sol en los parque y en medio de la calle se cerrarán muchos abismos de odio, de concupiscencia y de hastío, algún día será creada la benemérita orden de las putas de la caridad, que dedicarán su existencia a brindar a los débiles y lisiados no resignación conformidad sino lo que nadie les brinda, besos en al boca y un cuerpo en cueros sobre el que refocilarse como si no fueran enfermos y tullidos, puede que ya no falten cientos de años, si la gente creyera en la existencia del alma y en la igualdad de las almas todos encontraríamos razonable que los ciegos y los paralíticos y los babosos también quisieran dormir abrazados a una mujer desnuda.
Nadie, ni aún los suicidas, elige su muerte, pero la muerte vuelva sobre las cabezas de todos dando palos de ciego, la muerte tampoco elige a los muertos, le basta con señalarlos con el dedo aunque no mire, a la muerte le es lo mismo un muerto que otro.
Este es un país de locos, aquí nadie se entera de nada y lo único que quieren es rugir y cargarse al vecino, asesinarlo o darle por el culo o mearle encima, depende de ue se sea más criminal o menos, en España las revoluciones terminan siempre en matanza, se mata al prójimo se le da por culo se le mea encima se le escupe a la cara se le pone la zancadilla pero no se revolucionan las estructuras económicas y sociales, el pueblo español cuando se echa a la calle pidiendo pan y justicia tiene siempre razón, lo que pasa es que suele perderla a las pocas horas y al final acaba siempre interviniendo la guardia civil.
La mujer y los hijos son los rehenes con que el destino coacciona al hombre para que siga portándose mal y abyectamente
España es un país de histerias epidémicas, siempre te lo tengo dicho, de demencias colectivas de las que es difícil librarse, la histeria religiosa lleva los españoles a arrastrar cadenas en las procesiones y a pedir a los santos lo que ellos no saben arreglar ni solos ni con ayuda de la lotería, cuando se mezcla con la histeria del fuego surgen la inquisición y la quema de conventos, el caso es levantar hogueras, el combustible importa menos y lo mismo da un hereje que un santo de palo, la inquisición y la quema de conventos no son sino el haz y el envés de la misma piromanía, la histeria de la sangre es como una borrachera epiléptica y son pocos los españoles que se libran.
La gente abdica de sus conciencias y se adapta a la conciencia común con demasiada rapidez.
La política no es el arte del todo o nada sino al revés, en política no se parte jamás de cero, la política es el arte de salvar lo que se pueda y gobernar a los españoles para que no se cacen a tiros.
El azar es pez que muerde siempre el anzuelo dispuesto con mayor torpeza.
En España es preciso hacer una revolución francesa que nos vacune contra la revolución rusa.
En España lo que hacen falta son escuelas, también hay que desintoxicar a España de superstición religiosa, tan bestias son los frailes que quieren quemar herejes como los herejes que quieren quemar frailes.
En las revoluciones nadie duerme, esto no tiene sentido común pero es así, en las novelas tampoco nadie mea ni caga y todo el mundo lo entiendo lo más natural y no pregunta.
El pueblo español aunque pasa hambre no quema bancos sino conventos, detrás de tanta llama no hay una motivación política y menos aún económica sino religiosa y mágica, a lo mejor el español confunde la política, la economía, la religión y la magia, también es posible, el fuego es el gran remedio, la panacea universal para todas las dudas y el español duda de todo menso del fuego eterno, del fuego de la caldera de Belcebú que viene en el catecismo, aquí lo único que no se permite quemar son cadáveres porque dicen que es pecado, aquí se queman personas vivas y casas con personas dentro, el español tiene alma de falla valenciana, cuanto más fuego mejor.
Aquí no se entiende ni Dios, lo que les gusta a los españoles es hacer la puñeta al prójimo esto lo dudes, al español le gusta más tirar piedras al suelo que levantarlas, el español es más amigo del fuego que del agua, no sé por qué será pero es así, que lo averigüen los historiadores sin son capaces.
Aquí se jode poco y mal, si los españoles jodieran a gusto serían menos brutos y mesiánicos, habría menos héroes y menos mártires pero también habría menos asesinos y a lo mejor funcionaban las cosas.
Las mujeres cachondas todo lo ven cachondo, las frígidas y bigotudas todo lo ven pecaminoso, ésta es una regla general con pocas excepciones, la cachondería es una inclinación y seguramente también es consecuencia de las hormonas, que estén bien y en su sitio y sean las necesarias, es difícil educar a una mujer para cachonda si su naturaleza no es la adecuada y no le responde, la justa proporción de las hormonas da belleza a la mujer, al margen de que sus facciones sean más o menos correctas se le ilumina el semblante y los ojos le brillan con simpatía y con inteligencia, la mujer con las hormonas bien repartidas suele ser bella y cachonda, las dos cosas, es cierto que también hay feas cachondas pero son las menos y pueden considerarse como un capricho de la historia natural, cuando las hormonas están en baja entonces la mujer suele ser fea e inconfortable y muy difícil de aguantar porque tiene la cabeza vacía o llena de ideas falsas que es aún peor.
A los hombres les pasa algo parecido a las mujeres, cuando va mal lo de las hormonas se les aflauta la voz y no dicen más que necedades administrativas, los hombres con voz amadamada son muy criminales y peligrosos, son capaces de las mayores barbaridades porque no se ponen cachondos jamás, van a lo suyo y ahorran energías y dinero, los hombres de voz amadamada son muy traidores y rastreros y jamás miran a las mujeres con el gesto preciso, Dios ve con escasa benevolencia a los hombres feos y a la mujeres feas y a todos castiga, a las mujeres cambiándoles las tetas por el bigote y a los hombres aflautándoles la voz, disfrutan de otras derivaciones pero la verdad es que no compensa.
Si algún día el hombre sigue las huellas de Buda y de san Francisco y renuncia a la falsa riqueza de los bienes materiales y fortalece su espíritu en la humildad sin menospreciar el sexo, ese día la humanidad estará salvada y se reirá de las guerras y de las revoluciones, de las policías y de las leyes, de los funcionarios, los reglamentos y los mecenas, lo que ignoro es si llegará alguna vez ese día bienaventurado
Luchemos cipote en ristre contra los mitos que atenazan al hombre, las banderas los himnos las condecoraciones los números las insignias el matrimonio los platos regionales y el registro civil.
El fuego de las hogueras inquisitoriales se apaga con semen, a Miguel Servet lo quemaron en la hoguera porque los calvinistas tampoco joden ni jodieron jamás a gusto ni lo suficiente, los calvinistas son más proclives al derecho procesal que al amor.