El rey preguntó a su chamán por la palabra karma. Los chamanes tienen buena prensa, pero decir que lo saben todo sería un bulo. A este, en concreto, rojo como una dalia con sarpullidos, no le llegaba la camisa al cuello. Mostrar ignorancia ante un rey es tabú, y no solo en España. Así pues, más fariseo que sabio, se miró los zapatitos de charol y luego contestó al líder: la respuesta del universo a nuestras acciones, eso es el karma. No te entiendo, dijo el monarca. Menudo berenjenal, pensó el chamán. Entonces decidió echarle morro, metió la mano en el bolsillo izquierdo de su pantalón y sacó una piedra. Lánzala al río, dijo. En el río, firme como un vigía, un tipo de amplio bigote, comandaba una canoa. En la cabeza de este señor fue a dar la piedra del rey. El hombre, más chulo que un ocho, tomó la piedra, devolvió el golpe y violentó la cabeza del rey con un certero tiro. El karma, mi señor, dijo el chamán mientras levantaba al rey del suelo, es el modo moderno de decir aquello tan antiguo de “donde las dan, las toman”.
En este breve cuento sin importancia de apenas diez líneas, destaco veintitrés vocablos cuyo origen corresponde a veintitrés lenguas distintas.
Berenjenal: del árabe hispánico baḏinǧána,
Bigote: del alemán bei Gott ‘por Dios’
Bulo: del caló bul ‘porquería’.
Camisa: del celta camisia.
Canoa: del taíno canoa.
Chamán: del tungús šaman.
Charol: del chino chat liao.
Chulo: del italiano ciullo ‘niño’.
Dalia: del sueco Andrés Dahl, botánico sueco.
España: del fenicio I-sch phannim.
Fariseo: del hebreo pĕrūšīm ‘separados (de los demás)
Izquierdo: del vasco ezkerra ‘izquierda’
Karma: del sánscrito karma ‘hecho, acción’.
Líder: del inglés leader ‘guía’.
Monarca: del griego μόναρχος mónarchos; gobernante único.
Morro: de origen prerromano.
Pantalón: del francés pantalon.
Prensa: del catalán premsa.
Tirar: del iranio tir “flecha”.
Rey: del latín rex
Sarpullido: del gallego sarpullo
Tabú: del polinesio tabú ‘lo prohibido’.
Vigía: del portugués vigia