Zapatero se estrena hoy como conferenciante. En Maracaibo. Ciudad a la que ha ido contratado para hablar de economía a los venezolanos, lo cual demuestra un gran sentido del humor por parte de los venezolanos. Da la coincidencia de que nuestro ex presidente se estrena como orador justo en el cumpleaños de Larra, el Pobrecito Hablador. Ahí acaba cualquier coincidencia. Doscientos tres años cumple hoy el maestro y cada día está más joven. Zapatero tiene cincuenta y ya es de otra época. La palabra de Larra conserva el fulgor de la belleza punzante, la de nuestros políticos nacen convertidas en papel mojado, que tiene su mérito con la sequía que está cayendo. Medio millón de empresas cerraron en España durante los últimos cuatro años. Para echarse a temblar. Quizás por eso el día que anunciaron que nuestro insigne orador iba a Sudamérica, a México le dieron unos espasmos de 7,8 en la escala de Richte.
La escritora Sharon M. Koenig asegura en su libro «Los ciclos del alma» que generamos sesenta mil pensamientos al día, la mayoría negativos. Las noticias de actualidad dejan poco margen para el optimismo. Las niñas ya no quieren ser princesas y los príncipes sueñan con un paraíso fiscal. No hay que echar toda la culpa de nuestros males a los políticos. Sería injusto. Pero más injusto es hacer como que no tienen responsabilidad alguna y gratificarles con una paga vitalicia y un sobresueldo como conferenciantes.
El Estado español debe ser la única empresa del mundo en la que al responsable de administración se le gratifica por ser un incompetente. La pena de Jaume Matas son seis años de cárcel por el caso Palma Arena, la nuestra es que no hagan un manojo con los corruptos y los incompetentes y los envíen a todos a Maracaibo con el cartel de «no vuelva usted mañana».
