Tiene guasa que con lo que ha luchado una para que se dejara de fumar en los bares y ahora casi que me estoy arrepintiendo. Vale que antes entrabas en un bar y, con tanto tío salido y tanto humo, aquello parecía Gorilas en la niebla. Pero es que ahora parece un concierto de Justin Bieber: sólo se ven críos gritando y madres histéricas entre las mesas. Acuérdate de lo que te digo: en un par de años, los pulmones los vamos a tener como lo patena, que se va a poder comer en ellos; pero, la cabeza, como una puta cabra, que te lo digo yo. Y no es que yo tenga nada contra los críos, pero, coño, si haces que tu niño de tres años se pase toda la tarde en los bares, no te quejes luego de que con quince se te va de botellón. ¿A dónde quieres que vaya, guapa, a leer a Kierkegaard? ¡Pero si la criatura, entre la ESO y las horas que le estás dando tú de bares, le va a costar trabajo distinguir a Kierkegaard de un huevo kínder!
A mí, antes de la Ley antitabaco, los niños ni fu ni fa, pero ahora es que les he cogido tirria. Fíjate, con lo que yo soy, y hasta he acompañado a mi madre a una manifestación de esas del Rouco Varela para reivindicar la familia tradicional.
.- Pero hija, ¿no que a ti no te gustaban los niños?
.- Ni me gustan, mamá. Por eso mismo. Por eso estoy a favor de la familia tradicional, es decir, una familia como Dios manda. Vamos: una familia como la que hizo Dios, que tuvo un solo hijo y se lo dio a otros para que se lo criaran hasta que cumplió los 33 años. Nos ha jodido, así cualquiera. Para mí que al Señor tampoco le gustan mucho los niños. Observa que a Adán y a Eva los hizo talluditos y, cuando Eva quedó embarazada, los echó del Paraíso. Me imagino al ángel poniéndolos de patitas en la calle: hala, a la puta calle, que esto es el Jardín del Edén y no un jardín de infancia.
Mi madre, que es como la Belén Esteban y “mataría por sus hijos”, me dice que lo mío no es normal y que estoy poseída por el espíritu de Mujeres desesperadas.
.- Los hijos son la alegría de la vida, me dice.
.- Yo no digo que no, mamá, pero tres tienes tú y ya veo los hartones de reír que te pegas. Y eso que los hermanos son como para echarse a reír, al menos los míos. Mi hermano mayor, por ejemplo, se le metió en la cabeza que quería ser productor de espectáculos. Montó un concierto con Bebe, Sabina y Tequila que iba a ser la bomba. Y al muy bobo no se le ocurre otra cosa que poner en el cartel Sabina- Bebe-Tequila, y se lo cerraron por apología del alcoholismo. Sabina hasta lo denunció por escarnio público y al día de hoy mi hermano todavía se está preguntado qué es eso. El muy bobo se cree que “escarnio público” es el nombre de un grupo punk.
Luego están las hermanas. La mía, que es una virtuosa del Hola y el Cuore, se pasó todo el embarazo escuchando Mozart y poniéndose los auriculares sobre la tripita. Para estimular al niño, dice. Y luego va el niño y se te hace de los Ñetas. Nos ha jodido con el estímulo.
Luego tengo la otra hermana. La lista. Montó una sala de aerobic en la cochera, pero como a la pobre mía la música ruidosa le parece una vulgaridad, sólo ponía música de María Dolores Pradera y Jacques Brel. Las clientas se le dormían a la segunda copla. Relajadas, como la que más. Pero, la que menos, le puso 14 kg en dos meses. Como empresaria la pobrecilla tiene menos futuro que los que hacen los comunicados de ETA, que, para una vez que salen en la tele van y se cubren el rostro. Hay que ser torpes. ¿Pero es que esta gente no tiene madre? Por Dios, señora: ¿qué trabajo le habría costado hacerle un bordadito en la capucha al niño?
.- ¿Viste ayer a los de la banda en la tele? ¡Pues el de la ikurriña de ganchillo era mi Iñaki!
Fíjate cómo estará la cosa que en mi familia piensan que yo soy la lista. ¿Lista yo? ¡Pero si mientras media España se forraba con lo del ladrillazo yo hacía Filología Hispánica! ¡Y voté a Zapatero! ¡¡¡Dos veces!!! Pero, como sé pronunciar palabras de más de tres sílabas sin tragarme la lengua se cree mamá que tengo más talento que la Sara Carbonero. Talento no sé, pero me faltan tetas… Y sin tetas no hay paraíso ni porteros de primera división.
Si en verdad yo hubiera sido lista habría estudiado notaría o registradora de la propiedad o, mejor aún, no habría estudiado nada y me habría sacado el carnet de algún partido. Hoy sería concejala de algo. Pero con seis años de educación primaria, cuatro de la ESO, dos de Bachiller, cinco de carrera, dos de CAP, tres de oposiciones, no he tenido tiempo de prepararme para un trabajo. Coño: ahora comprendo por qué el Estado mima tanto nuestra salud y no quiere que fumemos en los bares. ¡Para llegar a los 37 años de cotización no puede una morirse antes de los 103 años!
muy bueno jajaja, ¡me he reido un rato! y ademas has dado en el clavo de un tema que no se trata pero que se habla en la calle, al menos en mi caso y con mis amigos, nos ocurre exactamente esto que describes en clave de humor. De hecho iba a escribir algo en esta linea pero lo has hecho mucho mejor de lo que se me ocurre. ¡ enhorabuena!
ZAPATERO DIMISION ,ESTAMOS EN DICTADURA PEOR KKON FRANCO,RAJOY REFORMAS EN CONDICIONES