Lambuzo, lambrucio… el goloseo en palabra

En la famosa serie Narcos se escuchó alguna vez a los delincuentes colombianos insultar a algún político diciéndole que era un pendejo, comemierda y lambiscón. Lo de comemierda y pendejo no necesita intérprete, pero lo de lambiscón no estoy tan seguro de que resulte transparente, al menos en el español europeo. Sin embargo, en América es una voz muy común. Y no solo en Colombia. Y no solo en el ámbito de los narcotraficantes.

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En el diario mexicano El norte, con fecha del 4 de diciembre del 2014 la periodista Rosaura Barahona tituló Anacrónico y Lambiscón a un artículo en el que se hablaba de la alta política, y decía: “la lambisconería es uno de los rasgos más deleznables y asquerosos en cualquier ámbito: el empresarial, el académico, el laboral y, sobre todo, el político”. Y es que lambiscón lo usan en aquellas tierras como sinónimo de adulador, esto es, como alguien que lambe las espaldas o las manos de otro, generalmente un superior, buscando el beneficio propio.

El latín tenía el verbo lambere con el significado de lamer, chupar, que entra en la lengua castellana con la forma Lamber, tal y como está registrado en el RAE de 1803, aunque allí ya se dice que es una voz antigua y que la correcta es lamer.

Lambuzo, lambrucio… el goloseo en palabra

De ahí, del viejo lamber, proviene lamer, relamerse, pero también el lambetazo, lambetada, el lambrucio y el lambuzo, que es, esta última, una voz que, según el diccionario de la RAE sobrevive apenas en Costa Rica y la usan para definir al animal que tiene el hocico largo, en especial a los perros. Esto no es del todo cierto. En Extremadura, la voz lambuzo aún conserva un hálito de vida, si bien es cierto que ya en franca retirada, pero doy fe de que resuena en muchas bocas, solo que con distinto significado al costarricense. Se usa para designar al individuo goloso o muy dado a probar de acá y de allá por entre los platos, lo que, en otras partes, entre ellas el RAE, llaman lambrucio.

El lambrucio o lambuzo es aquel que lambucea, aunque el nombre canónico del lambucear es gulusmear o golosmear, que es, según la RAE, andar oliendo o probando lo que se guisa. Tanto gulusmear como golosmear son voces que tienen su origen en la voz latina gula, que significaba garganta, y que pasa al castellano con la forma gola, de donde golilla, engullir, degollar. Y golosina. La perdición del goloso. Pero, cuidado, la golosina no siempre ha sido la chuchería esa que ahora vemos en los escaparates, por lo común, algo dulce.

Lambuzo es el que lambucea… incluso con fruta

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La segunda acepción que el RAE de 1734 aporta para golosina dice así: “se llama golosina el manjar delicado, que sirve más para el gusto que para el sustento, como la fruta, los dulces, etc”. ¿La fruta una golosina? Pues, sí. Porque comer es sentarse a la mesa y llenar el estómago de algo sólido y nutritivo. Lo otro es lambucear. Incluso hay un refrán que dice: algunos en sus casas pasan con dos sardinas y en ajenas demandas golosinas

Otro término relacionado con la comida, y con la boca, es lampar, o alampar, y que, a pesar del cercano parecido fonético, no guarda ninguna relación con lamber. Lampar es tener en la boca la viva sensación de calor, de picor encendido, como si nos ardiera el paladar por algo picante recientemente ingerido. También se usa para definir ese sentimiento de ansiedad que le invade a uno cuando está deseoso de lograr algo que ya se siente casi al borde de los dedos pero que no acaba de llegar, como si se te incendiara el pecho de impaciencia.

Y es que Lampar es una voz de origen griego, lampás, que significaba antorcha. Tiene sentido entonces que se llamara lampadación a ese tormento con el que, según cuenta Joaquín Bastús en su Diccionario Histórico Enciclopédico de 1862, “los tiranos hicieron muchas veces experimentar a los mártires constantes en la fe. Consistía en aplicar al desgraciado, estando tendido y atado sobre el caballete o potro, antorchas encendidas en los jarretes o pantorrillas”.

  • Voces relacionadas con la voz latina lamber: lamer, relamerse, lambetazo, lambetada, lambrucio, lambuzo, lambucear.
  • Voces derivadas de gula: gula, gola, golilla, deglutir, glotón, engullir, degollar, goloso, golosina.
  • Voces derivadas de lampa: lámpara, lampadación.

Puedes escuchar este episodio de Te tomo la palabra (en Gente Corriente de Canal Extremadurapinchando aquí.

 

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