No imagino mayor infortunio para un músico que el que una enfermedad te rumie los tímpanos y te emboce en un silencio forzoso. Nando Juglar ha pasado por ese trance. Y aún así, sonríe, lucha, persiste, se reinventa con una tenacidad que maravilla. Por eso el viernes pasado, en el día de su homenaje, el Lope de Ayala se hizo pequeño para tantos amigos que quisimos aplaudir su firmeza.
La primera vez que le escuché cantar fue a inicios de los ochenta. Yo tenía más pelo que Hilario Pino, menos años que una novia de Berlusconi, y soñaba con hacerle al mundo lo que el tesorero de un partido político le hace a una partida presupuestaria, comérmelo sin escrúpulos. Es decir, yo era joven, inocente y romántico. Ya entenderán por qué aquel día en que enchufé la radio y me salió Nando Juglar cantando lo de “ella es la más fea de cada calle, si alguien baila con ella es por compasión”, me dije: leñe, qué listo el tío, todavía no existen Belén Esteban ni Betty la fea y él ya les está haciendo la biografía.
Luego, claro está, con más años a las espaldas y el Graduado Escolar en el bolsillo, caí en la cuenta de que la copla no podía ser una simple cancioncilla de amor. Sobre todo una vez que ya había descubierto que cuando Hilario Camacho cantaba aquello de “tienes ya 20 años, cuerpo de ola, y tu padre no quiere que duermas sola”, se refería, en realidad, a un amor incestuoso. La Penélope de Serrat es una desquiciada, la Magdalena de Sabina, una fulana. Los cantautores tienen tanta rebotica que si te paras a hacerle el comentario de texto a una de sus letras descubres que lo que tú creías ser un bolero de amor eterno lo mismo es un polvo en el aseo de un bar de carretera.
Por eso que yo no me fiaba de *La muchacha fea de Nando Juglar. La canción dice: “así es la muchacha fea, arrinconada en la vida por la crueldad de un espejo, en su habitación perdida. Ella piensa en el futuro que no llega a su ventana, calle arriba, calle abajo, una muchacha que tiene ningún novio en 20 años”. ¿Arrinconada en la vida? ¿Esperando siempre a un futuro que no llega? ¿Ningún novio decente en 20 años? ¿En un rincón perdida? Amigo Nando, eso no es una muchacha fea, eso es Extremadura. Una muchacha provinciana, cargada de complejos y que cada cuatro años en su almohada, blanca como una urna, dibuja su príncipe azul, aunque luego el alba de lo cotidiano le trae versos de soledad en la luz. Eso es Extremadura. Hermosa por dentro como las aves y no lo sabe, y no lo sabe. Extremadura es eso, y más. Y no lo sabe. Aunque también es verdad que si no lo sabe es porque no quiere enterarse. Por pereza o falta de músculo. Porque vale que nunca tuvo buenos administradores, pero no le faltaron poetas que la cortejaran ni cantores que la animaran a sacudirse complejos. Y entre todos ellos, pocos como este Nando Juglar que jamás se cansa de pasearla por el mundo para que su ternura sí se vea, para que vaya su corazón al aire. Alguna vez Extremadura dejará de ser la muchacha fea, y será gracias a tipos como él.
Publicado en el diario HOY el sábado 16 de noviembre del 2013
* Pulsando aquí podréis escuchar la canción La muchacha fea, letra JMPagador y cantada por Nando Juglar
A ese de la foto lo conozco yo, ahi tenias mas pelo y algunos años menos, en fin como pasa la vida como decia mi padre cuando le preguntaban la hora y no tenia reloj "corae Paco", decia siempre "mma tarde que ante".
Enfin no se que hago escribiendo si no tengo ni idea de esto ante un grande como tu, me ha gustado tu articulo y me ha sorprdndido verte por estos barrios de la periferia.
Muchos animos a este cantautor que no tenia ni idea de esto , lo que hace no estar al dia de tantas y tantas cosas que pasan cerca de nosotros , la verdad que es una puntada pero sin la "n".En fin que aprovecho esto para darte las gracias por las cosas que me enseñaste en su dia y que me han servido mucho y decirte que extremadura necesita gente como tu que canalice esta sabiduria que muchos no entienden.Un saludo hermano , hasta siempre.
Me alegra enormemente saberte cerca, también por aquí, amigo Paco. Es verdad que hemos vivido muchas cosas juntos, en otro tiempo y lugar. Ahí queda la enseñanza para ambos. Nuevos tiempos, nuevos retos. Gracias por tus palabras. Un abrazo.