Conócete a ti mismo, y triunfa.
Un gusano joven pasea por el jardín. En su camino encuentra una botella de cristal vacía y decide meterse dentro. Reflejado sobre la pared cóncava de cristal, descubre por primera vez su rostro y su cuerpo. Son enormes, casi los de un gigante. Nadie le había advertido que era un coloso. El asombro le arranca un suspiro que el eco de la botella convierte en grito impresionante. Todo en él es potencia y brío. Entonces, de qué tener miedo, por qué ese continuo arrastrarse por el suelo, escondido entre la hierba, con el miedo siempre en el cuerpo, ovillándose ante el menor ruido.
Se acabó. Ha descubierto el gran secreto de la vida: conócete a ti mismo, y triunfa.
Sale de la botella transformado, con el ánimo bravucón y el paso altanero, dispuesto a plantar cara a la adversidad. De ahora en adelante marchará sobre las rocas, como un tigre. Serán los otros quienes se aparten de su camino cuando le vean desfilar por el jardín como un pavo real.
Con estos pensamientos zumbándole en la sesera asienta con fuerza sus patitas sobre el suelo, alza la cabeza, abre la boca dispuesto a cantarle las cuarenta al mundo…pasa por allí un pájaro, lo ve contoneándose sobre una piedrecilla, y se lo come.
Moraleja?
Nunca bases tu autoestima en lo que la botella te refleje.
Grande, Florián.
A más de uno nos han bajado los humos de golpe por alzarnos sobre una roca a cantarle las cuarenta al mundo. La suerte es que nos dejaron vivos y podemos contarlo.
Pues han salido muchos gusanos de la botella este año…muy bueno hermano