Sófocles |
Entresaco de las obras de Sófocles algunas ideas, reflexiones, axiomas que me ayudan a entender el modo de pensar clásico. Son 7 tragedias que han sobrevivido al tiempo, por azar y por el esfuerzo de muchas manos que se han pasado por siglos, como un tesoro, las palabras de este trágico, actor y músico. Por algo será.
1.- AYAX.
ODISEO:… me doy cuenta de que los hombres somos nada, apenas imágenes vanas o pasajeras sombras.
ATENEA: Un dolo día basta para hacer que decline o se eleve cualquier cosa humana; los dioses aman a los sensatos y odian a los viles.
CORIFEO: muralla insegura serán los humildes si el grande no apoya; pero con él el pequeño estará regiamente erigido, del mismo modo que el fuerte acrecentará su poder si el débil le ayuda.
TECMESA: ser testigo de males provocados por uno mismo proporciona gran pesar al que los causó.
TECMESA: ¿Tú qué preferirías, si te dejaran elegir, ser feliz mientas casusas penas a tus amigos o soportar con ellos los dolores comunes? CORIFEO: aquel que se duplica es el mayor mal.
CORIFEO: que uno se ría o llore está solo en voluntad de un dios.
AYAX: resulta vergonzoso quien aspira tener una vida larga aunque sea llena de penas sin cuento. ¿Qué satisfacción trae la serie de los días que nos van acercando y alejando de la muerte? En nada estimo al hombre que conforta su espíritu con el tibio valor de inanes esperanzas. El varón noble debe vivir gloriosamente o con gloria morir.
TECMESA: no hay para el hombre nada peor que el hado al cual no puede sustraerse.
TECMESA: el hombre debe guardar memoria de las cosas gratas que ha recibido, que el favor es siempre padre del agradecimiento.
AYAX: Con su marcha sin fin muestra el tiempo infinito las cosas ocultas y esconde lo visible; no tiene sentido, pues, la previsión, ya que hasta las cabezas más tenaces y los juramentos más firmes caen a su paso.
AYAX: al fin he aprendido que solamente se debe odiar al enemigo si se tiene presente que más tarde habrá que amarle y, en cambio, al que es mi amigo prometo darle ayuda y servirle como quien considera que no lo será para siempre; pocas veces el puerto de la amistad es seguro.
TECMESA: las gentes viles no distingue el bien que tienen en sus manos hasta que lo pierden.
MENELAO: por más que el cuerpo de un hombre sea magnífico y poderoso, basta un leve mal para derribarle. Es conveniente que exista algo de miedo en el corazón de los hombres; no vaya a ser que, haciendo cada cual lo que se le antoje, lleguemos a pensar que nunca vamos a ser contrariados en nada.
CORIFEO: No apruebo tu modo de hablar; aunque se tenga razón, las palabras mordaces causan daño.
CORO: ¡dolor engendra dolor! ¡Es la maldición de los hombres!
AGAMENON: los hombres más seguros nunca son los gigantes ni los de anchas espaldas; los que prevalecen son siempre los sensatos. Mira que el buey tiene un gran lomo pero basta una pequeña vara para llevarle por el recto camino.
2.- FILOCTETES
ODISEO.- Hijo del mejor padre, también yo, cuando era joven, tuve la lengua perezosa y el brazo ágil. Pero la edad y la experiencia me han enseñado que quien domina la vida de un hombre no son los actos sino la lengua.
FILOCTETES.- Los dioses cuidan de los malvados, se divierten haciendo que los malvados regresen del Hades y, en cambio, envían allá a los justos y a los honrados. ¿Cómo concebir esto, cómo aplaudirlo si, alabando a los dioses, encuentro que son malos?
FILOC.- El hombre noble odia solo lo infame, pero ve en lo honesto una gloria.
FILOC.- En todo hay un riesgo, incluso en el ser o no felices es asunto en que corren los hombres gran peligro.
FILOC.- Cuando no hay penas se debe poner uno en lo peor y, si se vive bien, examinar la vida, no vaya a estropearse sin que uno se dé cuenta.
FILOC. El tiempo siempre es bueno si se huye de los males.
NEOPTÓLEMO.- Todo son repugnancias cuando, olvidando el propio ser, uno se comporta de manera indebida.
CORO.- Tu sino no viene de algún más potente designio; pudiste ser razonable y elegiste el peor hado en lugar del mejor.
CORO.- Todo hombre debe defender su derecho, pero sin caer en la bajeza de soltar la lengua con frases soeces y cargadas de odio.
FILOC.- Que tus desdichas no te enseñen a ser más soberbio.
3.- ELECTRA
CORO.- No es prudente discutir con los poderosos.
CLITEMESTRA.- Ser madre es cosa extraña: por mal que la traten a una, no puede odiar a aquellos que ha parido.
ELECTRA.- Ningún logro se obtiene sin fatigas.
CRISÓTEMIS.- No es morir lo peor, sino querer morir y no poder siquiera lograr ese deseo.
4.- EDIPO REY
EDIPO.- El hombre jamás puede obligar a los dioses a que hagan lo que no quieren.
EDIPO.- No asustan las palabras al que está decidido a obrar.
TIRESIAS.- A salvo estoy, pues tengo la verdad, que es mi fuerza.
CREONTE.- Yo no deseo ser un rey sino vivir como un rey, que es aspiración que presupongo a cualquier hombre inteligente.
CREONTE.- Rechazar a un buen amigo es como privarse de la propia existencia, es decir, aquello que el hombre más ama.
CREONTE.- Para conocer al hombre honesto se precisa algo de tiempo, pero al malo se le conoce en una simple hora.
CREONTE.- Hay que obedecer al rey, sí; pero no al que no mande bien.
YOCASTA.- No hay ser humano que de adivinación entienda una palabra. Cuando un dios desea dar a conocer algo, lo hace claramente.
CORO.- Hay leyes soberanas que no han sido producto del ingenio del hombre y a las que el olvido no hará dormir jamás. Un dios hay en ellas, dios que no envejece.
CORO.- La tiranía engendra soberbia.
YOCASTA.- No te apures si has soñado que fornicabas con tu madre. Son muchos los hombres que en sueños han dormido con las suyas. El modo de pasar feliz por el mundo es no haciendo caso de estas cosas.
CORO.- Que nadie considere feliz a un hombre sin antes saber qué ocurre el último día de su vida, mientras no llegue al fin de su existencia sin sufrir ningún dolor.
5.- EDIPO EN COLONO
EDIPO.- En todo suceso la prudencia depende del estar informado.
CORO.- Extranjero que vives en ciudad extraña, resígnate a odiar lo que la ciudad detesta y a respetar lo que ésta ame.
EDIPO.- Los dioses son los únicos a quienes no afectan ni la vejez ni la muerte. Todo lo demás lo derriba el tiempo. Consúmense las fuerzas de la tierra y de los cuerpos. Sucumbe la confianza, florece la traición y jamás reinan los mismos ánimos entre amigo y amigo ni entre ciudad y ciudad.
EDIPO.- No sé de ningún sabio que pueda hablar sin error de todos los temas.
CREONTE.- Cuando la razón está de su parte, el débil vence al fuerte.
CORO.- Lo mejor es no nacer o, en todo caso, que aquel que vive vuelva cuanto antes al lugar desde el que aquí ha venido. Porque, una vez transcurrida la juventud y su ligera insensatez, qué dolor o qué trabajo nos falta.
EDIPO.- Muchísimos países, aun gobernados bien, caen en el abuso; y los dioses, más tarde o más temprano, acaban enterándose de quiénes han perdido el juicio y han comenzado a olvidarles.
ANTÍGONA.- Hay nostalgia hasta de lo malo.
6.-ANTÍGONA
CREONTE.- No es posible conocer bien el alma, la mente y la opinión de nadie mientras no se le hay puesto a prueba.
CREONTE.- En mi opinión, el gobernante que no se atenga al mejor criterio, sino que deje que el temor le calle la boca, es la peor clase de hombre que ha existido jamás.
CREONTE.- No tengo en ninguna consideración al ciudadano que posponga su patria al amigo.
CREONTE.- Con frecuencia, a los humanos les pierde la esperanza de lucro.
GUARDIÁN.- Nadie estima al mensajero que trae noticias malas.
CREONTE.- No hay entre los hombres peor institución que el dinero, capaz de saquear ciudades, de obligar a los hombres a abandonar sus casas, de aleccionar las mentes honestas y torcerlas para que se dediquen a torpes fechorías, de enseñar a las g entes a cometer maldades y a ser maestras en toda clase de hechos impíos.
CORO.- Muchas son las maravillas, pero el hombre es la mejor de todas.
ANTÍGONA.- Quien, como yo, vive entre mil desdichas, ¿cómo no ha de encontrar un provecho en la muerte?
CREONTE.- A quien anda urdiendo manejos clandestinos en la sombra, su propia alma acaba por delatarle.
CORO.- Dichoso quien tiene un vivir sin pesares. Porque, cuando los dioses las estirpes conmueven, no hay ruina que no sobrevenga.
CREONTE.- ¿Qué dirás de aquel a quien de nada le han servido los hijos, sino que en casa tiene problemas e irrisión para sus adversarios?
CREONTE.- Jamás pierdas la cabeza por el placer que una mujer pueda ofrecerte.
CREONTE.- No hay calamidad mayor que la anarquía.
HEMÓN.- ¿Qué orgullo habrá mayor para el hijo que el éxito de un padre o para un padre lo que consiga un hijo?
HEMÓN.- Un hombre, aunque tenga fama de sabio, no debe sentir vergüenza de seguir aprendiendo ni de ser inflexible.
TIRESIAS.- No hay bien más preciado que el sentido común.
MENSAJERO.- Ni para lo bueno ni para lo malo hay vida humana que pueda considerarse estable.
MENSAJERO.- La sinrazón es el más terrible mal que sufren los humanos.
CORIFEO.- Tan ofensivo me resulta el silencio total como el abuso de las lamentaciones.
7.- LAS TRAQUINIAS
CORO: Nada humano perdura, ni maldiciones ni riquezas.
LICAS: Tampoco a los dioses les complace el abuso